El simulacro no tiene solamente el fin de evaluar si las acciones y/o planes creados fueron los más efectivos o apropiados en base a los hechos/inputs entregados. Su propósito, es que los equipos participantes utilicen una metodología de gestión que les permita tener el control de sus acciones, logrando unificar criterios dentro de un plan e identificar quienes serán los responsables de su concreción, permitiéndoles a los equipos de Gestión de Crisis ser pro activos y no solo reactivos.
Dado que es imposible conocer con total certeza en que depararán las acciones, estrategias y tácticas que se ejecutan durante una emergencia, esta metodología de trabajo asegura, que en base a la información y los recursos disponibles, las acciones ejecutadas sean las más apropiadas y consensuadas, logrando la mayor efectividad posible.